tag:blogger.com,1999:blog-63870761756950106852024-03-13T15:02:44.980-07:00Pedro Menárdez, el Citador de BorgesMarcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.comBlogger46125tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-23651912758589156172022-09-20T18:20:00.006-07:002022-09-20T18:21:53.810-07:00Las noches de los sábados
Recuerdo las noches de los sábados. El itinerario dichoso de toda la semana nos llevaba a ese día sabiendo que era distinto de los otros y que ni siquiera el domingo –libre de estudios y de cualquier ocupación- nos acercaba a una noche tan alborozada, tan simple, tan enteramente nuestra, como la noche de los sábados.
De las grandes y pequeñas realidades que retengo: los minúsculos delantales de organdí blanco que la madre se ponía para servirnos el té; el momento siempre regocijante en que yo colocaba un pie sobre el primer peldaño del break; las anchas tajadas de sandía que nos daba el cochero Pascual; la casa de cemento, dividida en secciones, donde vivían doscientos conejos; el cuello lustroso y húmedo de los caballos; las uvas en caña que la madre preparaba en grandes frascos (a veces nos hacía cerrar los ojos y abrir la boca para introducir una enorme uva extraña y alcoholizada que paladeábamos largo rato); la alegría de Esthercita en el baño; el orgullo de ir parada entre las rodillas de mi padre, mientras guiaba los caballos; mi agradecimiento cuando la madre manifestó que yo era quien le había ocasionado siempre menos trabajo, la más suave cuando estaba enferma; las tardes de lluvia en que era necesario jugar adentro…nada, ninguna reminiscencia revive en mí –como una verdad tan nítida- alcanzándome el sentido perfecto de esa época, como las noches de los sábados.
Al atardecer de ese día, durante casi todo el año, nos daban, después de que habíamos jugado, un baño caliente. A Susana y a mí nos bañaban juntas, cada una en su extremo de la gran bañadera. Las manos de la madre, al principio, nos producían pequeños estremecimientos mientras nos enjabonaba la espalda. Las estufas encendidas en todos los dormitorios, las toallas y los camisones entibiados, todos los detalles de esas noches permanecen en mí, sin que ninguna distancia de años aminore su ternura, su calidad inconfundible.
Una vez bañadas, nos acostábamos y nos servían a todas un gran vaso de leche caliente. Comenzaban, de inmediato, los mismos comentarios sobre las frescuras de las sábanas, los mismos consejos para mantener el calor en todo el cuerpo, hasta que alguna se animaba a sacar un brazo, otra a incorporarse sobre la almohada. A los pocos minutos, las voces de las hermanas mayores venían al encuentro de las nuestras. Esa noche, la luz quedaba encendida un largo rato, y las puertas que comunicaban un dormitorio con otro permanecían abiertas hasta que nos dormíamos. Desde las camas invisibles, las voces llegaban rodeadas de silencios nuevos; las frases adquirían un tono de confianza y de misterio que no les era habitual en otras horas. Sabíamos que cada sábado sería igual al anterior, pero, ya viviéndolo, no concebíamos ningún cambio, e íbamos al encuentro de esa noche como si presintiésemos que de su bienestar transitorio sobrevendría algo arraigado y duradero.
Las palabras se distanciaban, poco a poco, y detrás de un silencio más obstinado que los otros, la voz de Irene, apenas soñolienta, comenzaba a discurrir la porción de misterio que la atraía con más vehemencia, y nos hablaba de raptos y de fugas, de alguien que la aguardaba junto a la hilera de álamos. A veces Marta hacía desfilar los grandes personajes que le gustaría ser y nosotras tras callábamos, semidormidas, porque aún no conocíamos nuestro sueño. La madre entraba más tarde que de costumbre, y sigilosamente, recubría una espalda, alisaba una manta y se iba, apagando todas las luces a su paso.
Siento, a veces, una nostalgia tirante, una nostalgia parecida a la que sólo dejan las cosas chiquitas y simples, los acontecimientos más ingenuos. Es el recuerdo de las noches de los sábados, que vienen hacia mí en una gran oleada de ternura y de pureza para alcanzarme la certidumbre de que mi infancia no pudo ser más dulce”
.
Cuadernos de infancia, Norah Lange
En la foto, la familia Lange. Norah está junto a su papá y la mamá es la que en el texto llama "la madre"
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJsEQXOIJ6UrSw7hpA5fJxRcV0t84Nf2868GFT6HpRbKX_8FlNr4fxiaju6wgJ9kQT_Ets2vHDq_J__NfnyEbn5-eplMDhVetZPUHiInjMc5Ma8VuNxiuiEqpbvdyysJlEkJ3_Q1KDTcxlpETcsSLwFHSYUvljA4x8krT_QOfamSfh8LiDzdtukRSY/s265/descarga.jpeg.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="320" data-original-height="190" data-original-width="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJsEQXOIJ6UrSw7hpA5fJxRcV0t84Nf2868GFT6HpRbKX_8FlNr4fxiaju6wgJ9kQT_Ets2vHDq_J__NfnyEbn5-eplMDhVetZPUHiInjMc5Ma8VuNxiuiEqpbvdyysJlEkJ3_Q1KDTcxlpETcsSLwFHSYUvljA4x8krT_QOfamSfh8LiDzdtukRSY/s320/descarga.jpeg.jpg"/></a></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-36754796156948417392014-05-15T21:14:00.001-07:002014-05-15T21:14:35.737-07:00Laberintos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-tSUxSN9ESXM/U3WQmw5dktI/AAAAAAAAEtI/ZF3hZKCjNB8/s1600/Teseo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-tSUxSN9ESXM/U3WQmw5dktI/AAAAAAAAEtI/ZF3hZKCjNB8/s1600/Teseo.jpg" height="320" width="277" /></a></div>
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<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">La Plata es una
ciudad contradictoria. Parece facilitarle la vida al forastero cuando numera
sus calles. ¿Cómo perderse si se va a 13 y 48, por ejemplo? Sin embargo hay una
trampa: las diagonales. Está visto que si uno se deja llevar por alguna de
ellas corre el riesgo de no llegar jamás a destino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Hoy anduve por La
Plata y, disponiendo de tiempo, me dejé llevar por una diagonal. A lo sumo,
kilómetros después pediría que me orienten hasta 10 y 48, tan grave no podría
ser. Para mi sorpresa, esta diagonal me hizo llegar más temprano aún a mi cita,
así que me metí en un café y seguramente
por asociación con el laberinto platense de las diagonales, recordé otro laberinto: el del palacio de Cnossos en
Creta. Aquel habitado por el terrible minotauro, que devoraba vírgenes de tanto
en tanto. Repasé la historia que todos conocemos: que Teseo, cansado de la
ofrenda de las y los vírgenes que el Rey de Creta le exigía a su patria, se
mezcló con ellos para darle muerte al temible monstruo. Que Ariadna, la hermana
del minotauro, se enamoró de Teseo y le ayudó a triunfar. La historia es
magnífica por aquello del hilo para salir del laberinto infernal creado por el
ingenioso Dédalo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Hay aspectos
terribles del mito que la historia de
amor entre Teseo y Ariadna deja un poco solapados. Por ejemplo que el minotauro nació
por un error de su padre, Minos, quien no quiso sacrificar un hermoso toro blanco
en honor de Poseidón y trató de engañarlo con la muerte de otro animal.
Poseidón, al darse cuenta de la estafa, enamoró a Pasifae, esposa de Minos, del toro
magnífico, y ambos procrearon al minotauro (no es bueno querer engañar a los
dioses); que Ariadna (“la más pura”) no sólo se enamoró de quien venía a matar
a su hermano sino que lo ayudó a cometer tal crimen y a salir del laberinto,
por la promesa de Teseo de llevarla a Atenas para casarse. Para empeorar las
cosas, Teseo abandonó a Ariadna a mitad de camino, traicionando así a la
traidora, quizás por orden de los dioses.<o:p></o:p></span></div>
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<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Los dioses
griegos y sus hijos suelen ser crueles. Quizás no son nada más que humanos sin
freno alguno, niños poderosos que pueden enojarse mucho si le queremos meter un
toro en lugar de otro. Cuando la hora de mi cita llegaba, recordé a Borges.
Para él, Asterión, el minotauro, no era malo. Ni siquiera devoraba personas, y
creía que alguien vendría a redimirlo, a liberarlo de tanta soledad, no a
asesinarlo. Me quedo con esta versión
borgeana del mito. Al fin y al cabo, muchas veces vivimos en un laberinto del
cual no queremos salir y cuando creemos que alguien viene a rescatarnos,
resulta que quiere hundirnos una espada en el pecho porque nos considera
monstruosos. Todos tenemos laberintos que sortear, soledades de las que huir. Aunque
no residamos en La Plata y su laberinto diagonal.<o:p></o:p></span></div>
Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-5501516155907616972013-10-15T19:46:00.004-07:002013-10-15T19:46:45.263-07:00Un mero caribeño<div>
<br /></div>
Un olvidado profesor dominicano se sube al tren que va hacia La Plata en la Estación Constitución. Elige asiento y muere. Es Pedro Henríquez Ureña y quizás muere porque al destino le gustan las repeticiones. El profesor se encontró con Borges unas noches antes en la avenida Córdoba y habían recordado el anónimo sevillano que dice <i>“Oh Muerte, ven callada como sueles venir en la saeta”</i>. Borges lo contará magistralmente en su cuento “El sueño de Pedro Henríquez Ureña” y dirá que ese diálogo fue profético porque así le llegó la Muerte a Henríquez. A partir de ahí, para muchos de nosotros el dominicano será un personaje más de la mitología borgeana.<br />Dirá Borges también que algunos países fueron injustos con él. España, que lo consideraba un indiano, “un mero caribeño”; y Argentina, que lo vio como “un mulato” al que ni siquiera le dio una cátedra universitaria, designándolo apenas profesor adjunto de un hombre de menor valía. Era un aristócrata en su tierra, y un literato que dejó una obra notable. Pero no solamente el autor de "Luna de enfrente" lo valoró aquí. Hubo otro encuentro una noche de Buenos Aires. Una conferencia semidesierta de don Pedro en la “Casa del Pueblo”. Dos jóvenes que llegan tarde e inadvertidos de que en la sala no hay más que un puñado de personas -contándolos a ellos- Dos jóvenes poetas, que esperan la salida del profesor y lo siguen varias cuadras sin animarse a saludarlo. Finalmente lo hacen y entran los tres a un café de la avenida Callao. Allí se habla de literatura. De Ibsen y Tolstoi, autores objeto de la conferencia. Al risueño decir de Borges el profesor lo había leído todo, y estos dos muchachos pueden dar fe de ello. Apenas habían publicado alguna cosa y sin embargo el maestro los conocía. Debe ser excitante hablar de literatura con alguien que lo leyó todo. Uno de los jóvenes quiere saber sobre personajes semitas en la literatura inglesa. El otro le preguntó por López Velarde, el poeta mexicano, si lo había conocido.<br /><br /><br /><i>“El bar en esos momentos tenía una sonoridad de piso deshabitado. El mozo vino a llevarse los cafés intactos, después de echarnos una mirada homicida. La madrugada empezaba a desvestirse en la calle”</i><br /><br />Cierra el bar y uno de los muchachos, emocionado, le da a Henríquez un beso en cada mejilla. Ya se van el profesor por un lado y los jóvenes por el otro.<br /><br /><br /><i>- ¿Qué te pareció?<br />- Un santo. ¿Y a vos?<br />- Un héroe</i><br /><br /><br /><br />Uno de los jóvenes era José Sebastián Tallon, el precursor de la poesía infantil en Argentina y además –no sé si en una suerte de oximoron, ironía o redundancia- boxeador. El otro, Israel Zeitlin, más conocido como César Tiempo, el verdadero cronista de este relato y al que hubiera querido darle un beso en cada mejilla. Gracias a don César, puedo bajar por un rato a Pedro Henríquez Ureña del cenotafio borgeano y devolverlo a las calles de Buenos Aires como un mero caribeño tímido, magistral, lector de Todo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both;">
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/-mdtuE0kXx4E/Ul39mu0yyoI/AAAAAAAADTI/LvMrRYfM8QY/s1600/Pedro-Henriquez-U.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-mdtuE0kXx4E/Ul39mu0yyoI/AAAAAAAADTI/LvMrRYfM8QY/s320/Pedro-Henriquez-U.jpg" width="280" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;"><b>BIBLIOGRAFIA<br />“El sueño de Pedro Henríquez Ureña” está en “El oro de los tigres” de Jorge Luis Borges (Emecé, 1.972)<br />La opinión de Borges sobre el autor dominicano se encuentran en “En diálogo” De Jorge Luis Borges y Osvaldo Ferrari, Edición definitiva (SXXI, 2.005)<br /> “Con Pedro Henríquez Ureña" se encuentra en “Mi tío Scholem Aleijem y otros parientes”, de César Tiempo (Corregidor, 1.978)</b></span>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-8682158322581372992013-08-24T08:43:00.003-07:002013-08-24T08:57:06.942-07:00Borges y yo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-OwHaq2WwGh0/UhjULU43_4I/AAAAAAAADQ4/4EbnD4VGuDc/s1600/Barrio+Palermo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-OwHaq2WwGh0/UhjULU43_4I/AAAAAAAADQ4/4EbnD4VGuDc/s640/Barrio+Palermo.jpeg" width="398" /></a></div>
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Ese viejito que sale por la tele es Borges. Sonríe con timidez cuando le hablan de su obra y se entusiasma con una etimología o si le preguntan por Stevenson. Hay infinitos Borges posibles: el que leo en el libro verde de mi padre que parece una Biblia, ese de los cuentos ilusorios, matemáticos, cabalísticos. Es el Borges de la enciclopedia, con universos en forma de biblioteca. Hay muchos Borges: el poeta de los extremos de su vida, oculto detrás del cuentista magistral. El director ciego de la biblioteca; el criticado por sus ideas políticas <i>(“las opiniones de un hombre suelen ser superficiales y efímeras”)</i>; el criticón que junto a Bioy es implacable con la mayoría de los escritores contemporáneos <i>(“en el presente hay demasiadas cosas para que nos sea dado descifrarlas. El porvenir sabrá lo que hoy no sabemos, las páginas que merecen ser releídas. Schopenhauer aconsejaba que, por no exponernos al azar, sólo leyéramos los libros que ya hubieran cumplido cien años”)</i><br />
Pretender una clasificación de Borges es imposible, ya que como la clasificación de cualquier universo, sería <i>“arbitraria y conjetural. La razón es muy simple. No sabemos qué cosa es el universo”</i> (ni tampoco qué es Borges)<br />
Todos los Borges son de mi agrado, incluso los de sus aspectos más hostiles. Me queda la deuda de haber merodeado la calle Maipú, la Galería del Este, sin haberme atrevido a encontrarlo.<br />
Hoy, de modo arbitrario y conjetural, elijo el Borges joven, el de Fervor de Buenos Aires, supongo que porque al alejarnos cada día del país de la infancia no hacemos otra cosa que acercarnos a sus confines. ¡Feliz cumpleaños, Borges!<br />
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<i>Un patio<br /><br />Con la tarde<br /> se cansaron los dos o tres colores del patio.<br /> Esta noche, la luna, el claro círculo,<br /> no domina su espacio.<br /> Patio, cielo encauzado.<br /> El patio es el declive<br /> por el cual se derrama el cielo en la casa.<br /> Serena,<br /> la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.<br /> Grato es vivir en la amistad oscura<br /> de un zaguán, de una parra y de un aljibe. </i><br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-4cpfWEyajE4/UhjUNHEjxyI/AAAAAAAADRA/v-o86Z3nDUQ/s1600/Zaguan.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-4cpfWEyajE4/UhjUNHEjxyI/AAAAAAAADRA/v-o86Z3nDUQ/s640/Zaguan.jpeg" width="377" /></a></div>
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Las fotos son de Sara FacioMarcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-67711512069783435442013-07-26T08:47:00.002-07:002013-07-26T08:47:21.374-07:00Bulnes 1.480<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-tGh4s7xLzTY/UfKZ3-yd1MI/AAAAAAAADO4/4Ny6ke2SBaA/s1600/bulnes+001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://3.bp.blogspot.com/-tGh4s7xLzTY/UfKZ3-yd1MI/AAAAAAAADO4/4Ny6ke2SBaA/s400/bulnes+001.jpg" width="400" /></a></div>
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<div class="MsoNormal">
Al pequeño Borges no puede habérsele escapado el detalle.
Cuando iba con su padre a la casa de Carriego, o ya de muchacho, al heredar la
amistad con el poeta. Debe haber visto la oscura casa donde juega una niña, a
la vuelta de la calle Honduras, que en
el frente tiene el año de su construcción, 1.899, y dos iniciales: J. B.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el cuento “El Sur” Juan Dahlmann, su protagonista, <i>“vio una
cifra del Sur (del sur que era suyo)”</i> en ese cuchillo que un gaucho viejo
le arrojó a los pies para que pelease en un duelo, teniendo así la dicha de
elegir o soñar su muerte.</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Quizás el pequeño Borges se haya sorprendido al ver sus datos
esenciales en una casa tan cercana a la del poeta Carriego. Tal vez vislumbró
una cifra del barrio de Palermo quien, como El Sur, estaba resolviendo un
destino.</div>
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-ablKuYeCBIs/UfKZ09mGbVI/AAAAAAAADOw/KL0MUPoE75I/s1600/bulnes+002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="302" src="http://2.bp.blogspot.com/-ablKuYeCBIs/UfKZ09mGbVI/AAAAAAAADOw/KL0MUPoE75I/s400/bulnes+002.jpg" width="400" /></a></div>
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Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-55040300359122439802013-01-31T17:01:00.001-08:002013-01-31T17:01:31.323-08:00Un mundo sin ellos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-RThUrypW8s0/UQsS0-a7K4I/AAAAAAAADIQ/zjjeFr-ed6s/s1600/bioy+borges.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="http://3.bp.blogspot.com/-RThUrypW8s0/UQsS0-a7K4I/AAAAAAAADIQ/zjjeFr-ed6s/s400/bioy+borges.jpg" width="400" /></a></div>
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<div class="MsoNormal">
En “la invención de Morel”, su novela más famosa, Bioy
Casares pone en boca del protagonista –un fugitivo que, refugiado en una isla
extraña sufre por el incierto destino de su amada- las siguientes líneas: <i>“Estoy a salvo de los interminables minutos
necesarios para preparar mi muerte en un mundo sin Faustine”<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Casi cincuenta años después, Bioy escribe esto: <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">- <i>“Sábado
14 de junio. Después de almorzar en <st1:personname productid="La Biela" w:st="on">La
Biela</st1:personname>, con Francis Korn, decidí ir hasta el quiosco de
Ayacucho y Alvear. Un individuo joven, con cara de pájaro, me saludó y me dijo,
como excusándose: "Hoy es un día muy especial". Cuando por segunda
vez dijo esa frase le pregunté: "¿Por qué?". "Porque falleció
Borges. Esta tarde murió en Ginebra", fueron sus exactas palabras. Seguí mi
camino. Pasé por el quiosco. Fui a otro de Callao y Quintana, sintiendo que
eran mis primeros pasos en un mundo sin Borges</i>” (de su libro “Descanso de
caminantes”)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
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<div class="MsoNormal">
Fueron dos momentos impares en la vida de Bioy: el desenlace
de su novela más famosa y la muerte de su más entrañable amigo. En ambos, privó
la angustiosa necesidad de imaginar lo que sería de él en un mundo sin ellos.
Me encanta que haya elegido la misma figura para ambos casos. Al fin y al cabo,
en los momentos difíciles, esos en los que según Borges uno sabe quien es, llevamos
pocas armas para defendernos. Y pocas palabras, también. </div>
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La música que agrego es la que se escuchaba en la extraña isla del Sr. Morel.
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<iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/dAF9ZkhOYPA" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-46907333001634215262012-05-26T08:51:00.002-07:002012-05-26T08:51:58.207-07:00No leer a Borges<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-NJ3qs-GMq6M/T8D8D05SqTI/AAAAAAAAC6w/nuPbJQT3Q0I/s1600/monica-bellucci.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-NJ3qs-GMq6M/T8D8D05SqTI/AAAAAAAAC6w/nuPbJQT3Q0I/s320/monica-bellucci.jpg" width="203" /></a></div>
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<div class="MsoNormal">
Argentina es un país que vive de glorias ajenas y pasadas.
Nuestras figuras suelen ser Evita (aunque el jactancioso no sea peronista)
Maradona o Messi (aunque el bocón no sepa qué significa off side) y Gardel (no
importa que al sujeto el tango le de urticaria)</div>
<div class="MsoNormal">
Sin embargo eso no ocurre con Borges. A Borges no se lo
entiende porque Borges es complejo. Y además sus ideas políticas eran
tremendas, dicen. No me quejo de la gran mayoría televisiva no lectora porque ella
no lee a Borges pero tampoco lee el diario.</div>
<div class="MsoNormal">
En cambio hay algunas personas instruidas, amantes de la
literatura, que en una fiesta orgullosamente confiesan no haber leído ni una
coma de Borges. Porque no se lo entiende a Borges. Porque las ideas políticas
de Borges son terribles. Yo no hablaré aquí de las bondades literarias de don
Jorge Luis y que muchísimos trabajos suyos son de lectura simple, o que
solamente fue un viejo anarquista quizás algo ingenuo. Si hiciera eso me
sentiría como un vendedor de autos usados tratando de sacarse un clavo, y el
hombre no se lo merece. Quien quiera no leer a Borges, que no lo lea. Pero para
decirlo en términos barriales, jactarse de no leer a Borges es como
vanagloriarse de no haber dormido con Mónica Belucci. Y dejo constancia que a
mi la italiana ni fu ni fa. Pero de ahí a enorgullecerme de ello o no aceptarle
ni una invitación a tomar café, hay un aleph.</div>
</div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-970445142906222292012-02-25T20:20:00.000-08:002012-02-25T20:21:27.474-08:00Ella<div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal">Hasta al más taura</p> <p class="MsoNormal">Lo achica</p> <p class="MsoNormal">El puñal</p> <p class="MsoNormal">De una traición</p> <p class="MsoNormal">En Palermo </p> <p class="MsoNormal">O en Barracas</p> <p class="MsoNormal">No hay duelo </p> <p class="MsoNormal">Donde ella</p> <p class="MsoNormal">Pierda</p></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-61929101777127366932012-02-12T19:26:00.003-08:002012-02-12T19:30:00.754-08:00Menárdez (III)<p class="MsoNormal">Quién más que yo</p> <p class="MsoNormal">ansiaba decir</p> <p class="MsoNormal">Que todo terminó?</p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">Y sin embargo</p> <p class="MsoNormal">Vos has sido</p> <p class="MsoNormal">La que dijo adiós</p>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-60683626538824126602012-01-17T18:07:00.001-08:002012-01-17T18:12:04.325-08:00La vida, una maldita cosa detrás de la otra (por Julian Barnes)<a name="#top" style="color: rgb(175, 175, 175); font-family: 'Times New Roman'; text-align: -webkit-auto; background-color: rgb(0, 0, 0); font-size: medium; "><table cellpadding="0" cellspacing="0" border="0" width="470"><tbody><tr><td align="ABSLEFT" valign="ABSTOP" width="300"></td></tr><tr><td align="ABSLEFT" valign="BOTTOM" width="150"><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size:13.5pt">En 1971 Borges vino a Oxford, obviamente para recibir un título honorario. En ese momento yo estaba trabajando en el<span class="apple-converted-space"> </span>Oxford English Dictionary<span class="apple-converted-space"> </span>y, por la noche, Borges ofreció algo que no puede llamarse, exactamente, una conferencia o una lectura o un seminario, sino una suerte de audiencia papal informal. Yo ya había estado frente a otros escritores "a veces bastante famosos", pero, por lo general, no me habían impresionado. Más bien, me habían parecido actores que simulaban haber escrito las palabras que estaban pronunciando, pero no había sido así parecían estar vendiéndose de alguna manera. Borges era totalmente diferente. Al finalizar el encuentro, pensé: si esto es ser un escritor, vale la pena serlo.<span class="apple-converted-space"> </span><br /><br /><br />En ese entonces yo tenía 25 años y escribí en mi diario en esa oportunidad que Borges tenía "la presencia más noble que alguna vez haya visto o sentido". Ahora tengo 50 años y el eco de esa presencia sigue sobreviviendo en mi interior. También leo que escribí: "parece una veleta entrada en años que los vientos del tiempo hicieron adelgazar". Su traductor leía prosa y poemas en voz alta, mientras Borges escuchaba, con la cabeza levemente inclinada hacia un costado, y siempre articulando los labios al son de sus propias palabras, como un monje que repite en un eco silencioso. "Su obsesión calma, precisa y total con la identidad y el tiempo", anoté, "me hizo sentir que ésta era la verdadera condición normal del hombre".<span class="apple-converted-space"> </span><br /><br /><br />Hablaba en un inglés suave y agradable y parecía nadar en nuestra literatura, pero una vez más, me sorprendió el hecho de que sus puntos de referencia fueran totalmente diferentes de los que a mí me resultaban familiares y a los que era fiel. </span><span lang="EN-GB" style="font-size:13.5pt;mso-ansi-language:EN-GB">Hablaba de Stevenson, Coleridge, Andrew Lang, Dr. Johnson y Lord Chesterfield. </span><span style="font-size:13.5pt">Sin intención, hizo un comentario simple pero profundo: la literatura de una nación no es sólo lo que esa nación decide que sea, sino también lo que otras naciones decidan que sea. Logró que la sala estallara en risas y en aplausos cuando citó la observación de Lord Chesterfield: "¿Qué es la vida? Una maldita cosa detrás de la otra". (Cuando intento verificar la cita 25 años después, descubro que mi<span class="apple-converted-space"> </span>Diccionario de Citas de Oxford<span class="apple-converted-space"> </span>se la adjudica al oscuro Elbert Hubbard. Bueno, prefiero creerle a Borges y no a un simple diccionario).<span class="apple-converted-space"> </span><br /><br /><br />También habló de la única palabra, dijo, que ningún escritor usó o usaría, ya que su uso eclipsaría a todos sus vecinos. Era la palabra que Poe estaba buscando, y no encontraba, en<span class="apple-converted-space"> </span>El cuervo: la palabra era "neverness" (nunca jamás). Ahora Borges se marchó, hace 10 años, a ese Nunca Jamás al que todos nos dirigimos despiadadamente. Pero su eco sobrevive en todos aquellos a quienes llegó "muchas veces sin saberlo" con su presencia. En un cierto momento hace 25 años, me mostró "una vez más, sin saberlo" que el verdadero rol clerical del escritor es con la gravedad de las cosas, con la "verdadera condición normal del hombre" que tanto tiempo nos lleva ocultar. Más tarde, durante la guerra de Malvinas, nos recordó que la obligación del escritor es decir la verdad más allá de la popularidad. Es lo que hizo con su comentario, brillante y sagaz, de que la guerra no era más que "dos pelados peleándose por un peine". Nunca me conoció, pero yo lo conocí a él, y le rindo un saludo.</span></b></p> <p class="MsoNormal"><o:p><b> </b></o:p></p><b> <br clear="ALL"><br /><br /><br /><br clear="ALL"><br /><br /><br /></b></td><td align="ABSLEFT" valign="ABSTOP" width="20"></td><td align="ABSLEFT" valign="ABSTOP" width="300"><br /></td></tr></tbody></table></a><br class="Apple-interchange-newline">Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-27638802782579589632011-11-23T20:24:00.001-08:002011-11-24T11:33:16.096-08:00Las rosas<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 204); "><span><span></span></span><span><span><span><span><span><span></span></span></span></span></span></span></span></div><span><span>Un ciego juntaba rosas: una, llegada del paraíso; otra del futuro, algo marchita; una platónica; otra, inalcanzable; y una más, primera, arquetípica. A cada amor que lo dejaba una le dio. Fueron muchos sus amores y otras tantas las extrañas rosas que obsequió. Aquel ciego yace lejos de su tierra y del olvido. De tanto en tanto una flor es apoyada en la piedra exagerada. No es extraña esta rosa, como aquellas. Es apenas una, como tantas. Pero todas las rosas están en ésta, anónima y común ¡Viejo ciego! Junta tus amadas rosas otra vez.</span></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 204); "><span><span><span><span><br /></span></span></span></span></span></div><a href="http://4.bp.blogspot.com/-1iAJXDiTrxk/Ts3HE6j9y4I/AAAAAAAACxM/AMNNWJc-pLE/s1600/tumba.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 270px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-1iAJXDiTrxk/Ts3HE6j9y4I/AAAAAAAACxM/AMNNWJc-pLE/s400/tumba.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5678413592437574530" /></a>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-14589866825624642772011-11-08T18:13:00.000-08:002011-11-08T18:23:29.072-08:00Haydée Lange y Georgie de barbaHaydée Lange<div><div><br /></div><div>Las naves de alto bordo, las azules </div><div>espadas que partieron de Noruega, </div><div>de tu Noruega y depredaron mares </div><div>y dejaron al tiempo y a sus días </div><div>los epitafios de las piedras rúnicas, </div><div>el cristal de un espejo que te aguarda, </div><div>tus ojos que miraban otras cosas, </div><div>el marco de una imagen que no veo </div><div>las verjas de un jardín junto al ocaso, </div><div>un dejo de Inglaterra en tu palabra, </div><div>el hábito de Sandburg, unas bromas, </div><div>las batallas de Bancroft y de Kohler </div><div>en la pantalla silencioso lúcida, </div><div>los viernes compartidos. Esas cosas, </div><div>sin nombrarte te nombran. </div><div><br /></div><div>Jorge Luis Borges</div><a href="http://4.bp.blogspot.com/-D0ixHS6BIVA/Trnh-CEAI3I/AAAAAAAACwQ/jgymOgXIeRQ/s1600/haydee.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 268px; height: 400px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-D0ixHS6BIVA/Trnh-CEAI3I/AAAAAAAACwQ/jgymOgXIeRQ/s400/haydee.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5672813661471646578" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><u><br /></u></span><i>Estuve muy enamorado de Haydée Lange, la hermana de Norah</i> (JLB)</div></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i>"Con Haydée Lange y reponiéndose de un accidente en la cabeza sufrido el 24 de diciembre de 1.938" </i>Acápite de foto, posiblemente de Leonor Acevedo de Borges</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span">Acaso después de ese accidente, Borges fue Juan Dahlmann</span></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-48661681642245205352011-11-02T21:40:00.001-07:002011-11-02T21:40:47.656-07:00Amor vendrá (de Pedro Menárdez)<p class="MsoNormal"><span class="apple-style-span"><span style="font-size:10.0pt; font-family:Arial;color:#222222;background:white">Amor vendrá; mientras se quede</span></span><span style="font-size:10.0pt;font-family:Arial;color:#222222"><br /><span class="apple-style-span"><span style="background:white"><span style="float: none; ">de todo hará placer.</span></span></span><br /><br /><span class="apple-style-span"><span style="background:white"><span style="float: none; ">Cuando se vaya</span></span><br /><span style="float: none; ">Nada será más que recuerdo<span class="apple-style-span"><span style="background:white">.</span></span></span></span></span></p>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-67086935783384530452011-07-22T19:52:00.001-07:002011-07-22T19:52:56.559-07:00Amor se fue (de Macedonio Fernández)<span class="Apple-style-span" style="color: rgb(34, 34, 34); font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; ">Amor se fue; mientras duró<br />de todo hizo placer.<br /><br />Cuando se fue<br />nada quedó que no doliera.</span>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-83333205062754052002011-07-16T22:52:00.000-07:002011-07-16T23:20:28.446-07:00La hiena de Carrington<img src="http://2.bp.blogspot.com/_OvSCd1wTgD4/RyER9UFpoaI/AAAAAAAAAco/rVJX7DiAg_w/s1600/LeonoraCarrington.jpg" alt="[LeonoraCarrington.jpg]" /><div><br /></div><div><p class="MsoNormal">La hiena sabe francés y sueña con arrancar caras humanas para convertirlas en caretas. Leonora conoce el idioma de las hienas pero detesta los bailes de presentación. Y convence a la hiena para que la suplante. A su vez, la hiena convence a Leonora de que necesita una cara careta humana para disfrazarse de Leonora; le propone matar a la criada con tal fin. Leonora acepta porque en verdad detesta los bailes de presentación, siempre y cuando la hiena mate a la criada antes de arrancarle la cara y no al revés. El plan es urdido con devoción frente a la jaula de la hiena. Leonora ya está abriendo la jaula; el taxi bordea el zoológico y llegará justo a la puerta para que ellas lo detengan. Ninguna de las dos vio al ciego que estaba frente a la jaula del tigre y que las escuchó sonriente, con su falsa mirada dirigida a un punto indefinido. Ya sabemos que el oído de los ciegos es como la vista de los sordos. El maravillado ciego no piensa denunciarle a nadie lo escuchado, apenas trata de descubrir si lo que percibió <span style="mso-spacerun:yes"> </span>es un extraño sueño, o la simple realidad. El asunto no lo desvela: si es un sueño podrá describirlo sin necesidad de alteraciones y pequeñas trampas que la realidad sí precisa. Es que la eficacia de un cuento realista como tal vez sea este dependerá de que logre despistar a zoólogos y expertos en bailes de debutantes.</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p></div><br /><iframe width="425" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/EpjP_hwP5TY" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-35473580709173192342011-06-17T12:59:00.001-07:002011-06-17T12:59:21.869-07:00Macedoniana<span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; line-height: 20px; "><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span">Me encontré con mi amigo Macedonio y le pregunté en qué andaba. Me contestó que no estaba escribiendo el Quijote y le dije si no le preocupaba que su autor, Pierre Menard, se ofuscara al enterarse.</span></p><p class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span"><span>-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "><i> </i></span></span><i>¿Por qué lo haría, Marcelo? Menard se propuso escribir el Quijote mejor que Cervantes, y lo logró. En cambio, yo me dedico a no escribir la historia de Alonso Quijano y mi éxito, aunque evidente, es paralelo al de un Menard, un Daneri, o un Paladión. Por no agotarme con la monumental tarea voy alternando su acometimiento con la no escritura de Moby Dick, lo cual conlleva un homenaje implícito a Bartleby, aquel sujeto que sea lo que fuere que le propusieran, prefería no hacerlo.</i></span></b></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><i></i>Le pregunté si para no escribir esas obras universales previamente se tomaba el trabajo de leerlas. Me dijo que desde luego, y que era cierto lo que un amigo solía decir de él: <b><i><span class="apple-style-span"><span style="color: black; ">“</span></span><span style="color: black; ">no ha leído mucho, pero lo poco que</span><span class="apple-converted-space"><span style="color: black; "> </span></span></i></b><span class="apple-style-span"><span style="color: black; "><b><i>ha leído, lo ha leído mucho”</i></b> En cambio las novelas modernas las no escribía sin leerlas previamente.</span></span></span></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><b><span class="apple-style-span"><span style="color: black; "></span></span></b><b><span class="apple-style-span"><span style="color: black; "><span>-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "><i> </i></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span style="color: black; "><i>Total, es literatura para el olvido. ¿Para qué perder tiempo leyéndolas? ¡Si pareciera que no soy el primer autor que las va a no escribir!</i></span></span></b></span></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="color: black; "><i></i></span></span>Ya me despedía de Macedonio cuando me soltó el desafío. Me invitaba formalmente a su casa, el sábado por la mañana, a los efectos de no escribir juntos "<i>La importancia de llamarse Ernesto</i>"<st1:personname productid="la Divina Comedia." st="on">.</st1:personname> Le pedí unos días para responderle. Aún no me siento preparado para semejante empresa.</span></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><i><b>Dedicado a <a href="http://museodelaeterna7.blogspot.com/" style="color: rgb(204, 102, 0); text-decoration: none; ">Ana María Rivera</a>, borgeana y macedoniana</b></i></span></p></span>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-42080465393705482822011-06-12T20:46:00.000-07:002011-06-12T20:57:30.796-07:00Menárdez (II)<a href="http://1.bp.blogspot.com/-tRjtxAwtO84/TfWJsJXZryI/AAAAAAAACrU/3abqQfYBGxM/s1600/arroyo-maldonado.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 294px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-tRjtxAwtO84/TfWJsJXZryI/AAAAAAAACrU/3abqQfYBGxM/s400/arroyo-maldonado.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617547501735882530" /></a><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><span class="Apple-style-span">Cruzó Menárdez el arroyo<br />Una vez más<br />Ese que corta a Palermo<br />Como un tajo<br />Que no sangra<br />//<br />Tal vez se va<br />Pá lo de Julia<br />la noche ahoga<br />el Maldonado guía<br />//<br />Casi<br />Sin elegir<br />hacia la brazos<br />de otra.</span><br /><br /><br /><b><br /></b><br /><div><br /><object width="353" height="132"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=4de4bc6" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></div><br /><br /><br />El óleo es "Arroyo Maldonado"de Horacio March y el tangazo, "Recóndita" de Elvino VardaroMarcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-38455747486398510092011-03-08T19:37:00.001-08:002011-03-08T19:40:53.797-08:00Menárdez y el regresoHace a la esencia de la porteñidad el regreso, aunque nunca se haya salido de Buenos Aires. Menárdez no se fue de su barrio, ni de su esquina, ni de su café. Y sin embargo no estuvo. No estuvo en la calle Honduras. No estuvo en Serrano. No estuvo en la plaza. No puede explicarlo bien porque, como decimos, nunca se fue de Palermo. Su espíritu lo abandonó por mucho tiempo y sabemos que sin él no es nadie, nadie lo es. Pero ahora siente que está de regreso. Dando una vuelta por su barrio nota que todo está igual pero distinto. Al loco de los gatos lo ve ligeramente cambiado. A sus gatos también. La casa de Carriego se le ocurre más abandonada que antes. No pasó nada más que el tiempo. Nada menos. Y los paisajes borgeanos parecen ser vistos sólo por él:<br /><br /><em>"y divisé la hondura</em><br /><em>los naipes de colores del poniente</em><br /><em>y sentí Buenos Aires.</em><br /><em>Esta ciudad que yo creí mi pasado</em><br /><em>Es mi porvenir, mi presente;</em><br /><em>Los años que he vivido en Europa son ilusorios,</em><br /><em>Yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires”</em><br /><em></em><br />Menárdez no vivió en Europa. Ni en otra ciudad. Ni en otro barrio. Sin embargo camina por las calles de Palermo como la primera vez. Sobrevivir lo mantuvo ajeno, ausente, olvidado. Ya no. Viene con ganas de tomar los naipes de colores del poniente (ese que permanece, milagrosamente) y apostarlo todo, aunque no tenga nada; de una ginebra en la esquina de Guatemala y Borges. De caminar Palermo con ella.<br /><br />Ella, la que aún no llegó.<br /><em></em><br /><a href="http://2.bp.blogspot.com/-0r7GMckbzr0/TXb2LyP2t5I/AAAAAAAAClw/LAlKSiATOfE/s1600/tango.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5581919470499575698" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 268px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/-0r7GMckbzr0/TXb2LyP2t5I/AAAAAAAAClw/LAlKSiATOfE/s400/tango.jpg" border="0" /></a><br /><div>Los versos pertenecen a “Arrabal” de Jorge Luis Borges.</div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-86262594512523172392010-12-24T03:37:00.000-08:002010-12-24T05:09:55.179-08:00La navidad de Menárdez<a href="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TRSH9W_Ht4I/AAAAAAAACjg/mruaJipHHac/s1600/Coppola%2B3.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5554213728666761090" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 302px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TRSH9W_Ht4I/AAAAAAAACjg/mruaJipHHac/s400/Coppola%2B3.jpg" border="0" /></a><br /><div><br /><div><span style="font-size:130%;">Menárdez no bebe champagne. Tampoco sidra, aunque sea Nochebuena.<br />Estará solo, nadie le dirá “salud”. Eso no quiere decir que no brinde. Menárdez alzará esta noche, en el minuto postrero, su ginebra. Y brindará. Tal vez al tercer vaso resucite aquel fantasma y le recite<br /><br /><em>No hay un instante que no pueda ser el cráter del Infierno<br />No hay un instante que no pueda ser el agua del Paraíso<br />No hay un instante que no esté cargado como un arma<br /></em><br /><em>El Cielo y el Infierno son conceptos exagerados</em>, recordó.<br /><br />Menárdez guardará las balas de ese instante en el bolsillo y ganará la calle, distinta por las luces del festejo. Quizás más tarde las use en una esquina de Palermo. Aquella que permanece invariablemente oscura, como un recuerdo que de tan viejo ya no nos pertenece.</span></div><div><span style="font-size:130%;"></span></div><div>.</div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5554213723810594690" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 298px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TRSH9E5Uf4I/AAAAAAAACjY/sPn1zuGf43M/s400/coppola_1.jpg" border="0" /><br /><br /><br /><div><span style="font-size:130%;"></span></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5554213723004018866" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 301px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TRSH9B5BILI/AAAAAAAACjQ/UDzWmW50zSo/s400/coppola4.jpg" border="0" /><br /><br /><br /><div>Las palabras en cursiva pertenecen a Jorge Luis Borges.</div><div>Y las fotos, al gran Horacio Coppola</div><div>¡Feliz Navidad!</div></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-78733521531383760462010-10-11T17:17:00.000-07:002010-10-11T17:21:16.627-07:00El tigre<span style="font-size:130%;">Un Borges niño no conseguía apartarse de la jaula de los tigres. La madre debía amenazarlo, para poder abandonar el zoológico, con no dejarle leer sus libros al regresar a la cercana casa de la calle Serrano.<br />Luego seguiría visitando el zoológico, por ejemplo con algún amor, y escribiría cosas como éstas:<br /><br />“<em>Decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra”<br /></em>La escritura del Dios (El Aleph)<br /><br />“<em>Hasta la hora del ocaso amarillo<br />Cuántas veces habré mirado<br />Al poderoso tigre de Bengala<br />Ir y venir por el predestinado camino<br />Detrás de los barrotes de hierro.<br />Sin sospechar que eran su cárcel”<br /></em>El oro de los tigres<br /><br />“<em>Un tercer tigre buscaremos. Éste<br />Será como los otros una forma<br />De mi sueño, un sistema de palabras<br />Humanas y no el tigre vertebrado<br />Que, más allá de las mitologías,<br />Pisa la tierra. Bien lo sé, pero algo<br />Me impone esta escritura indefinida,<br />Insensata y antigua, y persevero<br />En buscar por el tiempo de la tarde.<br />El otro tigre, el que no está en el verso”<br /></em>El otro tigre, El Hacedor<br /><br /><em>Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy)<br /></em>“Borges y yo” El Hacedor<br /><br />Esta tarde paseaba distraído por el zoológico, hasta que <em>“a la hora del ocaso amarillo</em>” llegué a la jaula del Tigre Blanco de Bengala, que no se mostraba. Imaginé un niño de principios del siglo pasado, llorando porque su madre lo retiraba antes de presenciarlo. También pensé en un hombre ya maduro, paseando con Estela Canto, enhebrando el argumento de un cuento mientras mira el nervioso ir y venir del felino, detrás de los barrotes de hierro, su insospechada cárcel.<br />Todo eso pensaba cuando apareció el Gran Tigre. Algo despertó su curiosidad detrás de las rocas de su jaula y observaba expectante. No sé si era el tigre vertebrado, o el tigre del sueño de Borges. Como sea, alcancé a tomarle una foto borrosa, irreal. No estoy seguro si lo vi, o soñé que lo veía.</span><br /><br /><a href="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TLOjUWmEm4I/AAAAAAAACfA/q_2Hg5Z-d6g/s1600/Tigre.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5526940737771707266" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 270px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TLOjUWmEm4I/AAAAAAAACfA/q_2Hg5Z-d6g/s400/Tigre.jpg" border="0" /></a><br /><div></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-7346052308950649862010-09-12T19:18:00.000-07:002010-09-13T17:11:22.709-07:00La amé para mí mismo<a href="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TI2F83Q2XLI/AAAAAAAACco/ODKFcQlvXmE/s1600/casa+carriego.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5516212399271992498" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 228px; CURSOR: hand; HEIGHT: 151px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TI2F83Q2XLI/AAAAAAAACco/ODKFcQlvXmE/s400/casa+carriego.bmp" border="0" /></a><em> </em><span style="font-size:130%;"><em>¿Para cuándo el amor?<br />Ese de la calle Honduras<br />El que vence al olvido<br />Y deja el alma<br />al revés<br /><br />¡Pobre poeta sin amor!<br />Tal vez cruzando aquella esquina<br />Se rinda frente a ti<br />la suerte esquiva<br />por una vez<br /></em><br />Esto escribió Menárdez para sí, ignorando (¿o no?) que el verdadero dueño de la calle Honduras también fue un hombre sin amor. Y no nos referimos a Borges, apenas un visitante de esa calle de Palermo.<br />Ese gran olvidado que es <a href="http://www.autoresdeconcordia.com.ar/reilly_bio.htm">de Soiza Reilly </a>refiere la historia<br /><br /><strong>EVARISTO CARRIEGO, NOVIO<br /></strong><br /><em>¿Será posible que Evaristo Carriego -un alma apasionada- no haya tenido novia?... Cuando yendo por la calle encontrábamos a una mujer hermosa, se detenía. Pero no con ojos de fauno. La saboreaba con ojos de escultor. Y seguía andando, hablando de otra cosa...<br />-¿Tienes novia, Carriego?...<br />-¡No!... -me contestó tan rotundamente que yo pensé: "Tiene novia. No quiere confesarlo".<br />¿Quién no tiene una novia escondida en los veinte años de su corazón? No pudo guardar mucho tiempo un secreto tan dulce y tan triste que, a menudo, se le salía a flor de verso, al decir en sus cantos:<br />"A veces miro un poco entristecido tu retrato, donde estás viva, aunque hace mucho rato, digo bien, mucho rato que te has ido..."<br />Y luego, en "Ninguna más", este juramento que le surgía de adentro:<br />"¡No! Te digo que no. Sé lo que digo: nunca más, nunca más tendremos novia. Y pasarán los años pero nunca más volveremos a querer a otra..."<br />Y a cada instante hablaba de ella. Era la primita deliciosa -la inevitable primita de los enamorados- que lo entretenía leyéndole a Dumas. La misma cuyos dedos lo encantaban en las teclas de Wagner.<br />Por fin, una noche "de caviar y de cerveza", Carriego se arrancó del alma su secreto, como el herido que para aliviar su dolor se arranca el cuchillo de la puñalada.<br />-¡Bueno, sí! Mi única novia fue una primita mía. ¡Una santa! Pero se casó con otro. Yo no era el elegido. Desde entonces la amé para mí mismo...<br />Evaristo murió a los 29 años. Ella, la primita que nunca supo que el primito la amaba, formó un hogar honesto y delicioso. Ella vive todavía, antigua como yo. Cuenta setenta años. ¿Se acordará alguna vez de aquel primito poeta que le decía cosas raras? ¿Lo habrá olvidado?... Desde el cielo nos parece escuchar la voz de Carriego: "De todo te olvidas, cabeza de novia"... </em></span><br /><em><span style="font-size:130%;"></span></em><br /><br /><span style="font-size:130%;"><em><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5516212392169343154" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 260px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TI2F8czciLI/AAAAAAAACcg/ijO1AT0Te8M/s400/Carriego.jpg" border="0" /><br /></em></span><br /><span style="font-size:130%;">Ya sé que es mal de muchos, Menárdez. Pero sepa que el maestro de su maestro (y su maestro también) fue un hombre sin amor, o dueño de un amor no correspondido. “La amé para mí mismo” fueron sus bellas palabras. Cruce sin dudar aquella esquina, ¡aléjese de Honduras! Y entonces, quizás, se rinda frente a usted la suerte esquiva…¡por una vez!<br /><br /></span><br /><div><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5516214423425576402" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 261px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TI2Hyr0q7dI/AAAAAAAACcw/I6jWElyBxko/s400/soiza.bmp" border="0" /><br /><div>La primera foto es la antigua casa de Evaristo Carriego, hoy biblioteca municipal (Honduras 3784)</div></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-40384530189947457002010-09-11T17:31:00.000-07:002010-09-11T18:22:34.793-07:00Partida infernal en El Paraíso<span style="font-size:130%;">El once de septiembre de 2.020 Mujica Lainez recibirá a Borges en su casa llamada “El Paraíso” para jugar una extraña partida. El tablero parece de ajedrez pero los casilleros son blancos y rojos y las piezas, diferentes. No son humanas pero tienen vida. El invitado abrirá con Elohim. Manucho adelantará al soberbio Lucifer. Luego Borges seguirá con Adonai y el anfitrión, lujurioso, jugará con Asmodeo.Don Jorge Luis demorará un poco porque no ve. Se asegurará que está tocando a Shadai y le ordenará avanzar en el tablero. Eso enfurecerá a Mujica y con un rugido infernal colocará a Satanás en la lucha. El poeta ciego sonreirá. Probará una diablura con Yahveh. El Duque de Bomarzo se relajará y pondrá en combate a Belfegor.Las piezas estarán dispuestas en forma circular y la lucha será en el centro del tablero. No es momento para guardarse nada y el autor de “Ficciones” dispondrá de Jehová. El de “El Escarabajo” a Leviatán. Hashem es el paso siguiente de Borges que empezará a agotarse y Manucho lo continuará con Mammón. Georgie se quedará sin piezas pese a que Mujica aún tendrá a Belcebú, expectante. Ambos se reirán, la suerte parecerá echada. A punto de voltear a Jehová del medio del tablero, el poeta ciego se arrepentirá. No pondrá un nombre de Dios, pondrá una letra, que es silenciosa y que es la totalidad de la creación. No es el principio ni el fin de la creación, es su todo. Y dentro de la totalidad está Dios. Es la letra “alef”. La jugada además de brillante será válida, Mujica la celebrará. Sólo le restará traer al goloso Belcebú y los nombres de Dios se enfrentarán a muerte contra los Siete Demonios. </span><br /><span style="font-size:130%;">Mientras muevan las piezas los jugadores hablarán del Renacimiento y de Spinoza. Manucho le mostrará a Borges su famosa colección de objetos: el horóscopo que le hizo Xul Solar, amigo de los dos; el grabado de homenaje a Beardsley; el diseño de homenaje a Lautrémont; un recibo firmado por Garibaldi; el texto de magia de Stanislas de Guaita “marqués, poeta y morfinómano”. Y por sobre todas las cosas le mostrará el manuscrito de la traducción del “Amadís de Gaula” al francés, del año 1.540. Borges no podrá verlo pero sí olerlo, tocarlo, amarlo. Nuestro mundo dependerá del resultado final del juego, que constará de diez partidas. Contrariamente a lo que podríamos suponer, los jugadores intercambiarán piezas luego de cada partida. Al fin y al cabo, Mujica Lainez aún reside en “El Paraíso” y Borges pasó buena parte de su vida entre tinieblas.</span><br /><span style="font-size:130%;">El espejo del salón no dará cuenta de ninguna imagen de lo que allí suceda.<br /></span><br /><a href="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwktC44WtI/AAAAAAAACbw/hrMxjvOTvuE/s1600/lainez.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515823999910173394" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 170px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwktC44WtI/AAAAAAAACbw/hrMxjvOTvuE/s400/lainez.jpg" border="0" /></a> Homenaje en el natalicio de Manuel Mujica Lainez. Las fotos son de "El Paraíso" la ya mítica residencia de Manucho en Cruz Chica, Provincia de Córdoba, Argentina<br /><br /><div><br /><br /><div><a href="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkrdLPsaI/AAAAAAAACbg/n2UWqaHJ3VY/s1600/cordoba+2010+191.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515823972606783906" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkrdLPsaI/AAAAAAAACbg/n2UWqaHJ3VY/s400/cordoba+2010+191.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><div><a href="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkqwK3feI/AAAAAAAACbY/GTR3s2PXhC4/s1600/cordoba+2010+192.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515823960525602274" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkqwK3feI/AAAAAAAACbY/GTR3s2PXhC4/s400/cordoba+2010+192.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><div><a href="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkqQnJzUI/AAAAAAAACbQ/7kJhx-MCSA0/s1600/cordoba+2010+198.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515823952054308162" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwkqQnJzUI/AAAAAAAACbQ/7kJhx-MCSA0/s400/cordoba+2010+198.jpg" border="0" /></a><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515823993652329570" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TIwksrk5PGI/AAAAAAAACbo/wdBqe2G_MX0/s400/cordoba+2010+186.jpg" border="0" /><br /><br /><br /><div></div></div></div></div></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-41530063806616870332010-08-24T15:22:00.000-07:002010-08-24T15:36:45.886-07:00Borges 111<div><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); line-height: 20px; font-size:13px;">En vano busqué la puerta que me llevara a usted.<br /><br />En vano caminé con la furia del insomnio por los pasadizos de la añosa biblioteca, por las calles de su Buenos Aires metafísica y por la calma de Ginebra.<br /><br />Pero supe de su infancia y de su amor por los tigres.<br /><br />De cómo leía recostado en la piel de aquella fiera ultimada por un cazador desconocido. De cómo el mundo lo fue cercando en la casa de su padre, en la biblioteca de su padre, de cómo hablaba inglés con su abuela Frances Haslam y de la amistad inagotable que lo unió con su madre.<br /><br />Sabía mucho de usted.<br /><br />Por eso me urgía encontrarlo, ver su rostro. Por eso, como Dante, tuve que forjar un sueño para oír, humana y próxima, la voz de Borges.<br /><br />Sin embargo, no alcanzaba a soñarlo cabalmente.<br /><br />Algo me faltaba: pasión, sueño, gramática. Recorría sombríos caminos y llegaba siempre al mismo punto, como en el fatídico laberinto.<br /><br />Luego, intenté olvidarlo.<br /><br />Intenté desprenderme de sus mitologías del arrabal porteño, del oro deslumbrante de los vikingos y de las espadas de sus mayores. Fui desprendiéndome de sus metáforas. Abjuré de usted, Borges, de su complicidad, de su complicación y de su sencillez. Al olvido, a la antimateria, los cármenes sevillanos de su juventud ultraísta. Los idiomas infinitos de Cansinos Assens, las lunas cansadas de Lugones, la aventura de Sur, Victoria Ocampo, Beatriz Viterbo, el Aleph, el reloj de arena, la memoria... Al olvido la memoria...<br /><br />Lo de menos fue su muerte, Borges.<br /><br />La noche en que supe que había muerto pensé en que, por fin, era usted feliz.<br /><br />Se había desprendido de los cuchillos de los compadritos, de los espejos y del inglés. Pero aquí nos quedamos todos rompiéndonos los cristales de los ojos para entrever, en algún cielo, la forma de Borges.<br /><br />¿Sombra? ¿Polvo? ¿Tenía razón Quevedo? ¿En el vientre del cementerio de Pleinpalais se estremece el polvo enamorado que fue Borges? ¿Ensaya su ironía con las ciegas raíces de las hierbas? ¿Busca el polvo de Atila, el de Tamerlán, el de Alejandro? ¿Extiende mensajes y escribe cartas por los subterráneos que no urdió su literatura?<br /><br />Perdone, Borges. Sé que no creía en la trascendencia ultraterrena. Pero prefiero pensar que usted habita en los Campos Elíseos, que le aburre conversar con Aquiles, ese pretencioso, y que busca, en cambio, la charla juguetona de Alfonso Reyes.<br /><br />Tiene un departamento idéntico al que tenía en Buenos Aires, en él, su madre lee a Eca de Queiroz y toma el té con Charles Dickens. En los Campos Elíseos, Borges, usted ya no es ciego. Y lo lamenta, como lo lamenta Homero, pues los dones de la oscuridad son, en esta vida y en la otra, infinitamente superiores a los dones de la luz.<br /><br />Por hoy baste, Borges. Le enviaré estas líneas en el próximo rayo de luna y evitaré en lo sucesivo ponerme sentimental.<br /><br />Usted es un impecable caballero argentino y en su genética victoriana sobran las lágrimas.<br /><br />No espero respuesta.<br /><br />Si acaso, buscaré un augurio abriendo al azar uno de sus libros.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:13px;"><div class="post-body entry-content" style="margin-top: 1em; margin-right: 0px; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; line-height: 1.6em; "><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; text-align: center; "><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Estas palabras le pertenecen a </span></span><a href="http://mariagarciaesperon.blogspot.com/2009/08/en-el-cumpleanos-de-borges.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">María García Esperón</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">, quien también recita "Las causas" de Jorge Luis Borges.</span></span><br /><a href="http://3.bp.blogspot.com/_StCHRqns4u8/THOvjSzAqSI/AAAAAAAAG1A/XVKciRUtHkg/s1600/Imagen+33.png" imageanchor="1" style="margin-top: 0px; margin-right: 1em; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 136, 170); text-decoration: none; clear: left; float: left; "><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/_StCHRqns4u8/THOvjSzAqSI/AAAAAAAAG1A/XVKciRUtHkg/s320/Imagen+33.png" width="251" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 4px; padding-right: 4px; padding-bottom: 4px; padding-left: 4px; border-top-width: 1px; border-right-width: 1px; border-bottom-width: 1px; border-left-width: 1px; border-top-style: solid; border-right-style: solid; border-bottom-style: solid; border-left-style: solid; border-color: initial; border-top-color: rgb(204, 204, 204); border-right-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-left-color: rgb(204, 204, 204); " /></a><br /></div><div class="post-footer" style="margin-top: 1.7em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 5px; padding-right: 5px; padding-bottom: 5px; padding-left: 5px; color: rgb(51, 51, 51); letter-spacing: 0em; font: italic normal normal 100%/normal Georgia, Trebuchet, Arial, Verdana, sans-serif; line-height: 1.4em; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: rgb(229, 229, 165); background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "></div></span></div><br /><br /><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/KK3NF3xxy9g?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/KK3NF3xxy9g?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-77495399131648010242010-07-26T21:57:00.000-07:002010-07-26T21:59:37.508-07:00Menárdez<p><object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/lO6ktJUz0eQ&hl=es_ES&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/lO6ktJUz0eQ&hl=es_ES&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object></p><p>Gracias <a href="http://vozymirada.blogspot.com/2010/07/menardez-el-que-vence-al-olvido.html">Voz y Mirada!</a></p><p> </p>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6387076175695010685.post-89463588572648279632010-06-19T23:14:00.000-07:002010-06-20T07:54:00.567-07:00Borges y el barrio de Liniers<span style="font-size:130%;">Siempre me molestó que Borges no mirase al oeste de la ciudad. Cuando él era muy joven su barrio de Palermo no parecía cerca del centro. Y mi querido Liniers, en 1.910, que era apenas una ignota y lejana barriada de obreros del ferrocarril oeste, no debería ser excitante para la imaginación borgeana.<br /><br />Pero leía hoy a León Tenembaun en su interesante libro <em>“Buenos Aires Tiempo de Borges”</em>, quien se tomó el trabajo de enumerar los temas o barrios porteños a los que Borges <strong><em>no</em></strong> les escribió. Y con sorpresa me encontré con que también se quedó fuera de su interés el barrio de Mataderos, que con su mundo de reseros y cuchilleros encargados de dar muerte y trozar el ganado debía gustarle(en la entrada anterior leíamos su magnífica poesía llamada “carnicería”) Mataderos está al lado de Liniers y si no le escribió nada a un lugar donde todavía hay paisanos, ¿qué quedaba para mi barrio?<br />Pero la sorpresa mayor la recibí al enterarme de que Borges tampoco se interesó por La Boca ni por el Abasto. ¿Cómo es posible que estos tres barrios emblemáticos de Buenos Aires fueran ignorados por el escritor? Tenembaun piensa que la inmigración que pobló La Boca y el Abasto podría haberlo fastidiado un poco. Y en el caso del barrio de Mataderos, su preferencia por otros mataderos de la ciudad: el primitivo del Norte (por Las Heras y Pueyrredón) y los Corrales Viejos (de Parque Patricios)<br />Si esos tres pesos pesados de la ciudad se quedaron afuera de la cosmovisión borgeana ¿qué podía pretender yo que sucediera con Liniers?<br />Mi barrio se llamó así porque el Virrey Liniers fue un gran benefactor de las Hermanas Hijas del Divino Salvador, quienes aún están al lado de uno de los templos más populares del país como es la iglesia de San Cayetano (donde cursé la primaria); junto a la estación del ferrocarril y el Club Atlético Vélez Sársfield son los tres símbolos del barrio. El mercado de hacienda de Liniers, en realidad no queda en Liniers sino en Mataderos.<br /><br />Pero no sería yo si no le buscaba otra vuelta al asunto, tenía que haber un vínculo entre Borges y mi barrio, y pensé en el arroyo Maldonado, que estaba muy cerca de la casa de la niñez de Borges; el mismo arroyo que nace detrás de Liniers y luego busca el mitológico Palermo. ¿Y cómo es posible que no me diera cuenta antes que un curso de agua que pasa muy cerca de mi vieja casa también lo hacía por la de Borges? Porque nunca vi ese arroyo. Como la zona era muy inundable, lo entubaron en la década del treinta y arriba se trazó la avenida Juan B. Justo.<br />El Maldonado tenía en sus riberas prostíbulos y lo merodeaban orilleros, por lo cual era muy peligroso. Intuyo que la madre de Borges debió detestarlo. Cuando llovía mucho formaba una laguna y todo su trayecto se inundaba y llenaba de basura, así que se me ocurrió pensar que es muy posible que doña Leonor le dijera a Georgie que no saliera de la casa los días de tormenta (en realidad no salía por ningún motivo, siempre leyendo en la biblioteca de su padre) porque el Maldonado venía con mucha agua de Liniers.<br /><br />Modesta venganza la mía, y es la de pensar que si el barrio no fue motivo de inspiración para el querido Borges, tal vez haya sido visto con algún temor en su casa. Porque el arroyuelo que se enfurecía los días de tormenta y que hacía sórdida esa orilla de Palermo nacía detrás de una humilde barriada de obreros del ferrocarril, bautizada con el apellido de un virrey francés a las órdenes de España: Liniers. El barrio de mi niñez.<br /></span><br /><br />Fuentes<br /><br />León Tenembaun, “Buenos Aires Tiempo de Borges”<br />Ediciones Turísticas, Buenos Aires 2.001<br /><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Arroyo_Maldonado">http://es.wikipedia.org/wiki/Arroyo_Maldonado</a><br />http://www.barriada.com.ar/liniers.htm#i3<br /><br /><a href="http://2.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yEHOWzkI/AAAAAAAACTw/Kdc5Vs9d5WE/s1600/plazaItalia.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484735704935616066" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 265px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yEHOWzkI/AAAAAAAACTw/Kdc5Vs9d5WE/s400/plazaItalia.jpg" border="0" /></a> Plaza Italia, Palermo, a comienzos del siglo pasado<br /><br /><br /><div><a href="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yDKzbtJI/AAAAAAAACTo/cGFWN3brLFc/s1600/fervor.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484735688716563602" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 290px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yDKzbtJI/AAAAAAAACTo/cGFWN3brLFc/s400/fervor.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div><a href="http://4.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yCZVz7nI/AAAAAAAACTg/SqEsuNfigOM/s1600/arroyo%2520maldonado.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484735675438984818" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 213px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_gVJDmf5GPqA/TB2yCZVz7nI/AAAAAAAACTg/SqEsuNfigOM/s400/arroyo%2520maldonado.jpg" border="0" /></a> Arroyo Maldonado<br /><br /><br /><div></div></div></div>Marcelohttp://www.blogger.com/profile/07137643073140937524noreply@blogger.com13