domingo, 16 de mayo de 2010

Un prólogo de Bioy con final inquietante

Tenía razón Borges cuando desaprobaba los libros de brevedades.Yo replicaba que eran libros de lectura grata y que no veía porque se privaría de ellos a los lectores. Los Note-books de Samuel Butler, A Writer's Note-book de Somerset Maugham me acompañaron a lo largo de los viajes y de años. "Los de Butler se publicaron después de la muerte del autor", dijo Borges y yo aún no vislumbré su argumento. Sin embargo,de algún modo debí admitirlo, porque a pesar de tener infinidad de observaciones y reflexiones breves, más o menos epigramáticas, sin contar sueños, sueños cortos y dísticos, año tras año he postergado la publicación de mi anunciado libro de brevedades. Debo sentir que su publicación en vida, excedería el límite de vanidad soportable. Digo soportable porque en casi toda publicación hay vanidad. ¿O es absurdo pensar que al publicar nuestros libros los proponemos a la admiración de nuestros contemporáneos y aun de lectores del futuro?

Sea este cuaderno testimonio de la rapidez de manos del pasado, que oculta, entierra, hace desaparecer todas las cosas, incluso a quién escribe estas líneas y también a ti, querido lector.

Adolfo Bioy Casares, Descanso de caminantes (diarios íntimos) Ed. Sudamericana

12 comentarios:

  1. Además de torpe, cobarde. No te animaste a dejar mi comentario, mamarracho.

    ResponderEliminar
  2. Interesante brevedad. Oportuna entrada para mi vanidad.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Había dicho Anónimo:

    Citaste mal, Ñato: es AUN, no AÚN. Ni copiar sabés.

    Había contestado Marcelo:
    Ya está corregido, anónimo Ñato. Aun te lo agradezco!

    Pero luego Marcelo pensó que anónimo es un infeliz que no da la cara ni siquiera para sostener un acento, y lo borró. No te hagas problema anónimo, el mundo está lleno de idiotas como vos. Anónimos, por supuesto.

    ResponderEliminar
  4. Inquietante y polémico. ¿Podemos reprocharle vanidad a un artista? El escritor que mide su vanidad, no acota, limita, reprime su capacidad creadora?

    Ya en el siglo XVI Erasmo advertía: "los que publicando los libros quieren alcanzar fama imperecedera,todos los cuales me deben mucho; ... aquellos los que escriben doctamente y para unos pocos entendidos, hombres que no temerían ni aun las críticas de Persio y Lelio, más bien los tengo por dignos de lástima que por dichosos; su vida es una tortura continua; en efecto, añaden, cambian, quitan, vuelven a poner, hacen y deshacen, aclaran... y nunca están del todo satisfechos ... El escritor que me es adicto, es más feliz cuanto es más extravagante, porque sin ningún esfuerzo, y sin pensarlo siquiera, lanza inmediatamente por escrito todo lo que se le viene a las mientes, todo lo que afluye a su pluma y todo cuanto sueña" ("Elogio de la necedad" cap. L , Los poetas, los retóricos y los escritores).

    Dice Savater que hay virtudes y vicios que dependen del papel que tengas en la sociedad. A algunos artistas e intelectuales se les reprocha su vanidad, pero si no tuvieran cierto deseo de exhibicionismo o de alcanzar prestigio no pintarían ningún cuadro ni escribirían ninguna novela (Se ofertan nuevos pecados, en "Los siete pecados capitales")

    En fin, más allá de las vanidades desmedidas o medidas que no deberíamos juzgar, dichosos nosotros por poder disfrutar de las obras de los grandes, y especialmente de las delicias de Bioy en su Descanso del Caminante.

    Gracias por estas guías menardianas que nos llevan por vistosos caminos, tan pocos transitados.

    ResponderEliminar
  5. Aún sigo pensando que escribo para que no me lleven presa por andar desnuda. Y porque soy una vanidosa, qué tanto.

    y si, estos Nátos ademas de buchones, son idiotas.

    yo, paso a paso con el Cronista.

    ResponderEliminar
  6. dígale al tipo ése, que ese aún lleva acento.
    que para corregir, antes hay que saber.
    o si quiere, se lo digo yo.

    pifiaste, Ñato. ese aún es aún, 4 de basto.

    ResponderEliminar
  7. Este libro de Bioy es muy recomendable, Magah.
    Y además de la vanidad, me inquietó eso de que no sólo ha desaparecido el escritor sino que también lo hará el lector!
    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias Cristina! La cita de Erasmo es magnífica. Para qué escribimos los que escribimos? Suelo desconfiar de los que dicen "escribo para mí"
    Al fin y al cabo, este mundo blog no es un cúmulo de vanidades? Al menos en lo que respecta al intercambio de comentarios, parecería que sí.
    Por último, es preferible un Dalí vanidoso y no un buen mozo vanidoso (perdón por la rima involuntaria) ya que el arte de uno es casi eterno y la pinta del otro un poco menos.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  9. jajajajaja
    Gracias Miralunas! El suyo es un excelente motivo para escribir! Por cierto, la intuía apenas, femeninamente vanidosa.
    Guarde las cadenas, púas y fierros que no hacen falta (por ahora)
    Un beso

    ResponderEliminar
  10. jajajajaja
    María:
    Aún significa todavía y aun, inclusive.
    Un beso y gracias!

    ResponderEliminar
  11. Bien, Marcelo. Ahora sí.

    ResponderEliminar
  12. El equilibrio demanda que las cosas sean así; ni tanto ni tan poco, al menos para mi gusto. Siempre que termino una larga lectura me está esperando algo más breve.
    Claro también que en toda publicación hay algo de vanidad, caso contrario no lo haríamos público, más allá que el intercambio de opiniones sea muy enriquecedor.
    En cualquier rama del arte, alguien que canta, que pinta, le gustará que su obra se aprecie y trascienda.

    Te dejo un beso Marcelo. Breve e interesante publicación, y un libro para tener en cuenta.

    ResponderEliminar