domingo, 12 de junio de 2011

Menárdez (II)



Cruzó Menárdez el arroyo
Una vez más
Ese que corta a Palermo
Como un tajo
Que no sangra
//
Tal vez se va
Pá lo de Julia
la noche ahoga
el Maldonado guía
//
Casi
Sin elegir
hacia la brazos
de otra.









El óleo es "Arroyo Maldonado"de Horacio March y el tangazo, "Recóndita" de Elvino Vardaro

6 comentarios:

  1. Qué importa quién
    si hasta la sombra corta
    un frío que evapora de la sangre
    y deja gota a gota
    escarcha del abrazo
    que se han negado a darle.
    La noche es como un tajo, Menárdez

    qué importa el nombre
    de la cintura amiga
    que acepte acompañarlo
    si prestará su cuerpo
    y dejará en sus manos
    las huellas de la piel
    que le negó el abrazo.
    LAURA ORORBIA
    http://enfugayremolino.blogspot.com/

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  2. “…el colmo de la soledad conducía al colmo de gregarismo, a la gran ilusión de la compañía ajena, al hombre solo en la sala de los espejos y los ecos. Pero gentes como él y tantos otros, que se aceptaban a sí mismos (o que se rechazaban pero conociéndose de cerca) entraban en la peor paradoja, la de estar quizá al borde de la otredad y no poder franquearlo. La verdadera otredad hecha de delicados contactos, de maravillosos ajustes con el mundo, no podía cumplirse desde un sólo término, a la mano tendida debía responder otra mano desde afuera, desde lo otro." Julio Cortázar , “Rayuela”.

    Cuando no se elige, la otredad es sólo ajenidad.

    Menárdez es fiel a su melancolía.

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  3. ¿ Me permitiría publicar su poema en mi blog? Se me ocurrió que,nuestro diálogo plantea una buena dupla. http://enfugayremolino.blogspot.com/

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  4. AAyy, lo de la dupla sonó a soberbia, pido disculpas, yo soy aprendiz.
    http://enfugayremolino.blogspot.com

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  5. Gracias por el voto de confianza, misión cumplida.Por favor, revise la publicación. De nuevo GRACIAS.
    http://enfugayremolino.blogspot.com/2011/06/doliente-como-un-tango.html

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  6. Sin ser argentina, siempre he amado el tango, que atrapa irremediablemente con su maravillosa sensualidad.
    He escrito un poema llamado
    Tango:
    Aprendí a guardar el equlibrio
    sobre mis frágiles argumentos,
    recitando el idioma del silencio
    y vistiéndome del intenso momento
    en que me permites penetrar
    en tu burbuja.

    Mírame bailando el tango atravesado,
    vestida de fantoche,
    para estimular tu risa.

    He velado mis armas la noche entera,
    para poder pelear por la mañana
    la lucha eterna de entendernos.

    Pero no aspiro a ser catedrática,
    ni a compartir las preces del éxito,
    seré solamente tu alumna aventajada,
    tu compañera del tango de los sueños.

    DK

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