No hay que presionar con amores imposibles. Así se pierden el fantasioso y enfermo y el posible. Las heridas quedan abiertas para siempre, el que hirió es el que más sufre.
Macedonio, el alquimista de la ironía, plasmó en cuatro versos la realidad más cruenta del amor. Genio inmortal, como Manucho, dos de los mejores amigos de Jorge Luis Borges. Qué trío inmortal. Gracias. Concepción Bertone
"Esta noche puedo llorar como un hombre, puedo sentir que por mis mejillas las lágrimas resbalan, porque sé que en la tierra no hay una sola cosa que sea mortal y que no proyecte su sombra. Esta noche me has dicho sin palabras, Abramowicz, que debemos entrar en la muerte como quien entra en una fiesta"
Grande Manucho!
El Viaje de los siete demonios (de Manuel Mujica Láinez)
"Al fin y al cabo -dijo Belcebú-, el mundo de los humanos es hermoso. Un mundo de tías y parientes, de versos y esculturas, de cocinas, de calor. A veces me oprime la nostalgia de ser humano. - Porque no lo es- le contestó Leviatán, jugando con el abanico de encajes de Asmodeo. Su Excelencia ha sido ángel y es demonio. No puede quejarse de su carrera. Es inmortal...inmortal para siempre, no como los académicos, que son lo más próximo a los inmortales que inventó la flaca imaginación del hombre. Toda esta gente que nos rodea y que simula divertirse, vive bajo la angustia de su mortalidad. La Muerte es la reina de La Vida. Y Su Excelencia encara al mundo superficialmente: en él hay más sombras que luces"
(Párrafo de "Satanás o la ira")
Nota del Editor: Sr. Mujica, para mí Usted, como su Bomarzo, es inmortal.
Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música
Todo duele hasta el vacío.
ResponderEliminarmariarosa
No lo conocia, ahora que lo conozco puedo entender que estas palabras suenan parecidas en cuanto todos sintamos un tipo de dolor de lo que se fue.
ResponderEliminarGracias por compartir, saludos.
¿Vio? La noche es como un tajo, Menárdez.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com
Como el napalm.
ResponderEliminarPiel de gallina....ufff!
ResponderEliminarUna maravilla en pocas palabras!!!!
Me quedo admirando este espacio tan maravilloso.
besos!!!!
!Qué gran verdad! Es como querer arreglar una taza de porcelana cachada.
ResponderEliminarNo hay que presionar con amores imposibles.
ResponderEliminarAsí se pierden el fantasioso y enfermo y el posible.
Las heridas quedan abiertas para siempre, el que hirió es el que más sufre.
¿Y el herido, Antonella?
ResponderEliminarMacedonio, el alquimista de la ironía, plasmó en cuatro versos la realidad más cruenta del amor. Genio inmortal, como Manucho, dos de los mejores amigos de Jorge Luis Borges. Qué trío
ResponderEliminarinmortal. Gracias. Concepción Bertone