- ¿Un lugar diferente para visitar en Córdoba?
- La Pampa de Olaen. Tiene restos fósiles de más de 8.000 años, allí mandaron los indios durante siglos. El Obispo Diego Salguero y Cabrera se afincó en 1.763 y levantó la capilla de Santa Bárbara. También fue el lugar de cabalgata preferido de los huéspedes del Hotel Eden en los años treinta. No se la pierda, Menárdez. Además de la capilla encontrará unas ruinas muy bellas y una hermosa cascada.
Allí fue Menárdez. Como siempre llevaba un libro consigo, por las dudas. Esta vez, recordando las palabras de su querido Borges
"El vago azar o las precisas leyes]
que rigen este sueño, el universo,
me permitieron compartir un terso
trecho del curso con Alfonso Reyes”
Eligió una exquisita edición del “Genio y Figura de Alfonso Reyes” escrito por su nieta, Alicia Reyes. Visitó la solitaria capilla y luego las ruinas
Siguiendo el consejo de un baqueano, antes de llegar a la cascada se aprovisionó en el único rancho que había. El paisano le dio agua y pastelitos. Después sí, inició el descenso y se admiró de la belleza del lugar
Tomó mate y leyó sobre la vida de Reyes, “el mejor prosista de habla hispana” al decir de Borges. Tal vez por causa de la antigua iglesia o el paradero indio que había acabado de ver, fue una poesía de Reyes la que lo impactó:
“Los hicieron católicos
Los misioneros de la Nueva España
-esos corderos de corazón de león.
Y sin pan y sin vino,
Ellos celebran la función cristiana,
Con su cerveza-chicha y su pinole
Que es un polvo de todos los sabores”
De regreso en Buenos Aires, siguió rondando Menárdez por la vida del amigo de su querido Borges, investigó y leyó. Para su sorpresa se encontró con una tarjeta postal y una carta
Cascada de Olain Sept. 9 de 1932
El libro se vende mucho.
La editorial sigue bastante bien las noticias de estas editoriales se parecen siempre a las de las enfermeras.
A.S.E. el Señor Alfonso Reyes
Brasil
Querido y admirado amigo:
Empiezo a temer que Ud. no haya recibido la carta que le mandé a México. Volvía a
darle las gracias por su libro, tan perfecto, y me atrevía a preguntarle si ud. creía necesario hacer algún trámite para publicar la Suave Patria, de L. Velarde.
Nuestra ambición sería publicarla con un prólogo suyo...
No sabe cómo lamento haber dejado pasar su estadía en Bs. As, sin conversaciones
con ud. (como si la buena conversación tuviera tantas oportunidades).
Con Silvina, con Borges, siempre lo recordamos y esperamos que Bs. As, vuelva a
mejorarse pronto con su vuelta.
Cuando escriba a su simpático hijo dele recuerdos de mi parte.
Saludo a su señora y le repito mi amistad y agradecimiento.
Adolfo Bioy Casares.
Sept. 9 de 1938
Buenos Aires
Av. Quintana 174
Sept. 25 1939
Menárdez no era el primero en pensar en Reyes en tan desolado paraje. Casi 80 años antes lo había hecho Bioy Casares. La geografía agreste y solitaria está intacta. El recuerdo de Reyes también.
Dedicado a María García Esperón, quien obtuvo las deliciosas imágenes y palabras de Alicia Reyes que están a continuación, autora y nieta de Alfonso Reyes que leí en la Cascada de Olaen “solamente para que se repita una escena”
Los primeros versos pertenecen a la poesía "In Memoriam A. R." de Jorge Luis Borges
Los segundos versos corresponden a "Yerbas del Tarabumara" de Alfonso Reyes.
Los videos son de María García Esperón y se los puede ver en http://www.vozymirada.blogspot.com/
Alicia Reyes recita su poema "A Jorge Luis Borges"
¡Gracias, me emocioné mucho!
ResponderEliminarRepetir escenas es reescribirlas. Hay una similitud esencial entre Olain y la Sierra Tarahumara, escuetas, esenciales, metafísicas... como su prosa, querido Menárdez. Y esos tersos trechos del camino compartido, cómo alumbran.
Marcelo:
ResponderEliminarIntentando superar la catarata de emociones antiguas y actuales que desató su artículo, comparto con Usted lo que buenamente puedo.
Mi primera vez en la Pampa de Olaen fue de la mano de un hombre especial. Este abogado no tenía madera de padre, sin embargo poseía la virtud de una biblioteca repleta de ejemplares de Borges, era un gran orador y a veces –pocas por cierto- compartía en tono de soliloquio, pensamientos con su hija. Yo tenía unos nueve o diez años por entonces. Este caballero “marcó” Olaen con la poesía de su autor.
Usted recorrió ese lugar mágico exquisitamente acompañado. No he leído ese libro de Alfonso Reyes, pero como comprenderá, a estas alturas es una necesidad.
Y si leerlo fue así de intenso, imagine lo que fue encontrar al final de este artículo las imágenes y palabras de Alicia Reyes…”veo luces amarillas pero huelo a libros… “ inolvidable y enternecedora anécdota! Y qué intensa a la hora de recitar a nuestro Maestro! Es un privilegio escucharla.
María…no recuerdo cuántos Gracias te di e ignoro cuántos tengo por delante. Sólo sé que las palabras otra vez se me escapan y que este homenaje es más que merecido. Enhorabuena por todo lo bonito que generás a tu alrededor!
Mi abrazo para todos!
PD: Marcelo, me llegó al corazón.
Tal vez el vago azar, o la menor idea de las precisas leyes que rigen el sueño, unan la pampa de Olaen con la Sierra Tarahumara, la Voz, la Mirada, abuelo y nieta, Borges, Bioy, Reyes, con los afortunados lectores que disfrutamos de estas ruinas circulares.
ResponderEliminar¡Gracias, Marcelo Y María!
Cristina
esto sí es saber viajar por lo diferente
ResponderEliminarel vago azar o las precisas leyes,
ResponderEliminarque rigen este sueño, el universo
vengo yo a ensalzar
porque en tan enzarzado sendero
haya yo encontradome con usté, marcelo
y con maría!